Uso del efecto dominó para incluir buenos hábitos

Si llegaste a este artículo porque tuviste un día de energía en donde comenzaste por hacer una actividad que te costaba, pero luego saltaste a otra y a otra y a otra, con una constancia de actividad increíble y que nunca habías tenido, y te interesa saber qué fue lo que pasó y quisieras que se repitiera, debes saber que las conductas humanas con frecuencia están vinculadas entre sí y tuviste un efecto dominó. 

¿Qué es el efecto dominó?

El efecto dominó indica que cuando cambias un comportamiento, se activará de forma seguida una reacción en cadena y también presenciamos un cambio en los comportamientos que se encuentran directamente relacionados al que los originó.

El estudio de 2012 de la Universidad de Northwestern encontró que cuando las personas disminuyen su cantidad de tiempo libre sedentario en el día, también tiene un efecto comportamental que reduce su consumo de grasa. Quienes fueron estudiados nunca tuvieron el direccionamiento específico de dejar de comer menos grasa, pero los resultados demostraron que sus hábitos nutricionales mejoran como consecuencia secundaria natural porque pasaron menos tiempo en el sofá viendo televisión y comiendo sin pensarlo. Es decir que un hábito condujo al otro. 

¿Cómo puede influir en tu vida el efecto dominó para incluir buenos hábitos?

Así como en el estudio anterior, tu vida tiene patrones de conducta similares que desencadenan otras conductas de forma consciente o inconsciente. Por ejemplo, si dejo de fumar es probable que también comiences a tener patrones más saludables como tomar más agua y menos bebidas gaseosas o altas en azúcar, aunque nunca hayas hecho un plan para mejorar de forma específica en esta otra conducta.

Puede cambiar nuestras creencias personales 

Otro punto muy importante del efecto dominó, es que no solo crea una cascada de nuevos comportamientos, sino que también tiene el mismo poder sobre las creencias personales, es decir que a medida que cae un nuevo comportamiento, comienzas a creer nuevas cosas sobre cómo eres y lo que puedes llegar a lograr.

Por ejemplo: 

  • Si dejas de fumar y por consiguiente dejas de consumir bebidas gaseosas o altas en azúcar, podrías pensar que ahora eres más saludable y que tienes mucha fuerza de voluntad para hacer lo que te propones.  

El efecto dominó también puede generar hábitos negativos 

Los hábitos negativos también tienen un efecto dominó. Siguiendo con el mismo ejemplo anterior puedes encontrar que el hábito de fumar te lleve a consumir bebidas gaseosas o altas en azúcar o también a consumir dulces mentolados, revisar tu teléfono puede hacer que te conduzca al hábito de revisar tus redes sociales sin querer hacerlo, lo que te llevará a tener más tiempo de procrastinación de las tareas que en realidad debes hacer.

Por qué se produce el efecto dominó

El efecto dominó se produce por dos razones muy importantes:

  • Por qué los hábitos que construyen nuestra vida se encuentran directamente relacionados.
  • En segundo lugar, porque nos compromete a más. 

Los hábitos se encuentran directamente relacionados

Si pensamos bien todas las rutinas y hábitos que hacen parte de nuestra vida están relacionados de alguna forma entre sí. Veámoslo desde otro punto de vista, si observas a tu alrededor encontrarás que cuenta con distintos tipos de sistemas que sin pensarlo están relacionados entre sí y el uno depende del otro para poder sobrevivir.  

Esto mismo sucede con tus hábitos, sí uno no se relaciona con el otro tendería a desaparecer, por ejemplo: si tienes un trabajo nuevo es posible que cambies muchos hábitos de tu comportamiento diario, primero porque interactúas con un nuevo ambiente y segundo porque tu foco cambia, lo que origina dejar conductas que te servían y cambiarlas por otras nuevas que se ajusten a tu nueva vida. 

El efecto dominó nos compromete más

El efecto dominó también es una dosis de estímulos positivos para tu vida, es decir que cuando ves que un comportamiento bueno trajo otros tres más, te sentirás satisfecho y tendrás la intención de hacer y dar más. Esto sin lugar a duda nos compromete más y nos alinea con la imagen que en realidad soñamos.

Reglas para que se produzca el efecto dominó e incluir buenos hábitos

El efecto dominó no es solamente un fenómeno que sucede porque si, por el contrario, es algo que tu creas. Tú tienes el poder de provocar una reacción de buenos hábitos en cadena con tan solo construir nuevos comportamientos que te lleven de forma natural a la acción siguiente. Pero para que se produzca el efecto dominó se debe cumplir tres reglas, de lo contrario es muy difícil que tenga el efecto esperado que es conducir a toda una secuencia de buenos hábitos. 

  • Realiza actividades que te motiven.
  • Mantener el impulso.
  • Divide las tareas en partes pequeñas 

Realiza actividades que te motiven

Comienza tu día con la actividad que más te motive, esto no solo te hará sentir satisfecho, sino que también te mostrará la fuerza de voluntad que tienes y todo lo que puedes llegar a conseguir. Por ejemplo, si te gusta hacer ejercicio es posible que llegues a tu casa con mucha energía y en vez de sentarte a descansar con tu celular en la mano puedes comenzar a adelantar tareas pendientes o que sencillamente debas hacer, luego te va a ser más fácil pasar a otra que se relacione y que también sea importante para ti.

Mantén el impulso

Como lo ves en el ejemplo anterior, no dejes que el celular te quite el impulso y la energía que traes tras hacer ejercicio, deja que el impulso de terminar una tarea te lleve de forma directa al otro comportamiento. Repetirlo te hará una persona más comprometida con tus nuevos hábitos y con la imagen que quieres tener. 

Divide tus tareas en partes pequeñas 

Si dudas en pasar a otra conducta intenta dividirla en partes pequeñas que puedes ir realizando de a pocos. La inclusión de los nuevos hábitos se trata de hacerlo fácil, de a pocos y que lo puedas manejar para que después puedas progresar, no de los resultados sino del trabajo diario para conseguir lo que quieres. 

En conclusión, inicia con lo que te motiva, luego intenta mantener el impulso organizando tus tareas o pensando en que puede seguir y si se te dificulta intenta dividirlo, lo importante es impulsarte a hacerlo y llegar al punto en que puedas decir que tuviste un día con toda una reacción en cadena. 

Cuando los hábitos no conducen a un siguiente comportamiento, por lo general es que no cumplen con estas reglas. Busca tantos caminos como sea posible para identificar la reacción en cadena que más se ajusta a tu vida y que te traiga mejores resultados, si sientes que algo te quita impulso haz los ajustes pertinentes.

 Si te interesa tener más ideas o conocer nuestro método para incluir hábitos, te invitamos a dejarnos tus datos aquí y uno de nuestros profesionales se comunicará contigo para que tengas asesoría encontrando el impulso que necesitan tus hábitos en cadena.

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