Todos posponemos las cosas de vez en cuando, pero los procrastinadores evitan de forma crónica las tareas más difíciles. Se demoran en las tareas del hogar, trabajo y en otras áreas importantes de sus vidas, esto sin lugar a duda afecta su calidad del desempeño y el bienestar general. En este artículo te voy a contar las principales causas de la procrastinación para que las tengas en cuenta y te des cuenta si tu comportamiento es procrastinador o no.
¿Por qué postergamos tanto nuestras tareas?
Postergamos lo que debemos hacer por diferentes razones. En ocasiones es el resultado de la presión familiar, tal vez por hacer parte de un hogar estricto. En otras evitamos hacer lo que debemos como un acto de rebeldía cuando no estamos de acuerdo con lo que nos obligan a hacer.
Algunos factores que generan la procrastinación
A pesar de que todos procrastinamos ocasionalmente, la procrastinación crónica es un problema diferente. Algunas de las principales causas de la procrastinación incluyen los siguientes comportamientos.
- Perfeccionismo.
- Por miedo al fracaso.
- Miedo a ser criticado.
- Por evitación.
- Baja autoestima.
- Por tendencia a la autodestrucción.
- Cuando nos sentimos deprimidos.
- Por problemas para enfocarnos.
- TDAH.
- Por esperar hacer lo que debemos en el último minuto.
- Cuando sentimos aversión por las tareas.
- Por resistirnos a los nuevos desafíos.
- Cuando tenemos fatiga de decisión.
- Porque se nos dificulta definir los objetivos.
- Por no saber priorizar.
- Porque no planificamos nuestras tareas.
- Por desconexión con nuestro yo del futuro.
- Porque nos falta fuerza de voluntad.
Como puedes ver, la procrastinación te impide alcanzar tu máximo nivel de productividad o sencillamente tener uno considerable con el que te sientas a gusto y motivado para mejorar de forma diaria, también afecta considerablemente tu estado emocional, tu salud y cualquier otra área importante de tu vida.
¿Qué es la procrastinación?
La procrastinación es el acto de retrasar o posponer nuestras tareas hasta el último momento que tenemos para hacerlo, o después de la fecha que te estableciste. Los expertos definen la procrastinación como una falla en la autorregulación personal que se caracteriza por el retraso irracional de tus tareas a pesar de que las consecuencias sean positivas o negativas.
No importa que tan bien organizado y comprometido estés, si eres un procrastinador, lo más probable es que hayas desperdiciado varias horas de tu día en actividades triviales como las redes sociales, ver televisión, comprar en línea, cuando en realidad debiste invertir este tiempo de trabajo en actividades como tus proyectos personales o académicos.
¿Qué dicen los estudios acerca de las principales causas de la procrastinación?
Según la comunidad científica los siguientes son algunos estados que pueden llevarte a procrastinar en tus actividades diarias.
Procrastinación en el hábito académico
Según las investigaciones la procrastinación es una condición que puede estar particularmente más pronunciada entre los estudiantes. En el meta análisis que se encuentra publicado en el Psychological Bulletin de 2007 se descubrió que cerca del 80% y del 95% de los estudiantes universitarios procrastinan sus actividades regularmente, en especial cuando en estas actividades deben completar un curso o una tarea.
La investigación encontró que en este caso existen distorsiones cognitivas que generan la procrastinación académica y esto a su vez lleva a los estudiantes a realizar las siguientes conductas procrastinadoras.
- Sobrestimar el tiempo que queda para completar las tareas.
- Subestiman la motivación que van a tener en un futuro y que les ayudará a completar lo que deben hacer.
- Los estudiantes subestiman el tiempo que les tardará completar sus actividades académicas.
- Ignoran el funcionamiento de la fuerza de voluntad para realizar sus tareas académicas.
¿Cómo influye la depresión en la procrastinación?
La depresión también es capaz de generar la procrastinación de tus actividades. Algunos sentimientos como la desesperanza, impotencia y la falta de energía dificultan comenzar, avanzar y terminar hasta la tarea que resulta más simple de hacer. La depresión puede conducirte a tener sentimientos de duda. Por esta razón, cuando sientes que no sabes cómo abordar una tarea o estás inseguro sobre tus habilidades, es posible que te sea más fácil procrastinar y enfocarte en otras cosas.
TOC (Trastorno obsesivo compulsivo) y procrastinación
La procrastinación es una conducta muy común en las personas que sufren de TOC. Una de las razones es que este trastorno con frecuencia se relaciona con el perfeccionismo poco saludable y desadaptativo, esta es la principal causa del temor a cometer nuevos errores, dudas sobre si estás haciendo lo correcto y preocupación por las expectativas que los demás tienen sobre tu rendimiento.
Quienes padecen de TOC también suelen estar más propensos a la indecisión, esto hace que procrastinen en vez de tomar la decisión más favorable para ellos o para los demás.
TDAH y la procrastinación
Muchos de los pacientes diagnosticados con TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) se esfuerzan para dejar la procrastinación a un lado, pero cuando tenemos estímulos externos y pensamientos internos que nos distraen, es más difícil iniciar una nueva tarea, en especial si esta tarea resulta ser muy compleja o no es de nuestro agrado.
Principales causas de la procrastinación
Identificar qué es lo que te lleva a tener un problema es clave a la hora de buscar estrategias para superar lo que te hace mal. En el caso de la procrastinación existen diferentes causas que debes conocer para que identifiques si es tu caso y comenzar a darle la atención que necesita. A continuación, te cuento un poco más sobre estas y su forma de actuar.
Perfeccionismo
Ser perfeccionista puede parecer una conducta que todos deseamos tener, pero la perfección es imposible de alcanzar, y aspirar a serlo en nuestros proyectos genera expectativas poco realistas. Como resultado, los perfeccionistas desarrollan miedo a fracasar y finalmente esta emoción los hace terminar postergando sus proyectos porque sienten que no conseguirán el resultado que esperan.
La evitación
Las tareas poco atractivas o estresantes como realizar un trabajo de la universidad, entregar un informe del trabajo o estudiar para un examen provocan emociones desagradables como son el miedo, estrés o angustia que son unos de los principales desencadenantes de los ciclos de la procrastinación.
Una vez sentimos todas estas emociones negativas nuestro cerebro utiliza un mecanismo de defensa que nos dirige a buscar otros estímulos de “recompensa” como es ver nuestro celular, ir a nuestra nevera a comer algo, fumar un cigarrillo, etc. Esta es una conducta que se puede reforzar entre más suceda y como resultado tendrás un ciclo de procrastinación sin que seas consciente de ello.
Baja autoestima
Según las investigaciones, los procrastinadores tienen un nivel de bienestar bajo y un nivel de estrés y ansiedad alto, esto puede producir baja autoestima y generar depresión. Esto quiere decir que quienes son procrastinadores crónicos se ven involucrados en patrones de pensamiento autocríticos, algunos de los pensamientos más frecuentes son los siguientes.
- ¿Todo lo que he hecho está mal?
- ¿Será que cometí algún error?
- ¿Seré lo suficientemente bueno para hacer lo que quiero?
- ¿Tengo las capacidades necesarias para lograrlo?
- ¿Será que entendí bien lo que debo hacer?
- ¿Voy a lograrlo dentro del tiempo establecido?
Las personas con baja autoestima luchan de forma constante con estos y otros patrones de pensamiento limitado, este diálogo interno hace que procrastinen hasta que pasa un buen tiempo y comienzan. Ser demasiado duro interfiere con tu motivación y te conduce a tener patrones procrastinadores.
Esperar hasta el último minuto
Otra de las principales excusas de los procrastinadores es afirmar que “se desempeñan mejor bajo presión”. Por esta razón han adoptado el hábito de esperar hasta el último momento para sentir esa oleada de euforia al completar una tarea a tiempo contra viento y marea.
Pero esta es una conducta que pocas veces funciona según lo planeado. Quienes tienen la mentalidad de “Lo solucionaré después” no cuentan con el tiempo suficiente para hacer lo que deben hacer bien. Como consecuencia de aplazar el trabajo hasta el último momento es posible encontrar percances y generar errores innecesarios que pueden llegar a comprometer la calidad del trabajo.
Problemas de concentración
Las investigaciones psicológicas han descubierto que existe un vínculo muy fuerte entre la dificultad para concentrarse y la procrastinación. Por ejemplo, las personas que padecen de TDAH (Trastorno por déficit de atención / hiperactividad) suelen tener dificultades a la hora de comenzar un proyecto, pero una vez comienzan tienen problemas para saber priorizar, planificar y mantenerse enfocados.
Ten presente que si crees que este es tu caso lo mejor es que acudas con un especialista para valorar si tienen algún problema de concentración.
Fatiga de decisión
¿Alguna vez te has tardado más del tiempo necesario decidiendo la ropa que te vas a poner, lo que vas a desayunar o almorzar, la ruta que vas a tomar, lo que vas a beber y a quién le dirás que te acompañe a una cita importante?
A menudo queremos tener más opciones, pero esto lo que hace es gastar nuestra energía mental o fuerza de voluntad para decidir. En este caso la procrastinación ocurre cuando tenemos demasiadas opciones para decidir y una vez se acaba nuestra fuerza de voluntad elegimos la opción más fácil o sencillamente optamos por elegir después.
Resistirnos a los desafíos
La procrastinación a menudo ocurre cuando nos enfrentamos desafíos que consideramos difíciles. Es decir que evitamos asumir un desafío por el temor a no hacer un trabajo que sea suficientemente bueno. En otras ocasiones es posible que pensemos que no estamos a la altura para realizar la tarea y por consiguiente nos cargaremos con ansiedad o culpa, esto también aportará para que evitemos aún más nuestras tareas.
Pensamientos frecuentes al resistirnos de los desafíos
Quienes procrastinamos las tareas que nos resultan difíciles o desafiantes suelen tener los siguientes pensamientos.
- No tengo ganas de hacerlo.
- Lo haré después.
- ¿Qué sucederá si fallo al intentarlo?
- Voy a realizarlo cuando sienta que sea el momento más adecuado, etc.
Por desconocimiento del ciclo de la procrastinación
La procrastinación tiene su bucle o ciclo, este cuenta con 4 etapas que son las siguientes:
- Comenzar a realizar la tarea: En esta etapa te has dispuesto a realizar la tarea que quieres hacer, para esto ubicamos un lugar, tiempo y dispones de toda tu energía para hacerlo.
- Presencia de emociones negativas: La presencia de emociones negativas no es más que un mecanismo de defensa que nos ayudan a evadir situaciones que no nos generan placer, sino que por el contrario nos indisponen y generan malestar como el estrés y la ansiedad.
- Procrastinación: La procrastinación nos lleva a buscar tareas que nos generan placer con el fin de evadir las que nos generan estrés o incomodidad, por ejemplo, ver nuestro celular en vez de hacer nuestro trabajo o lo que debemos hacer. Es decir que la procrastinación son conductas de recompensa para nuestro cerebro que se van arraigando a nuestra conducta y se repiten una y otra vez al realizar las tareas que nos indisponen.
- Sentimiento de culpa: Una vez llegamos hasta este punto, el tiempo se ha limitado y está más cerca la hora de entrega y por esta razón se presentan los sentimientos de culpa, estrés y angustia por entregar y terminar a tiempo lo que debemos. Una vez llegamos a esta etapa vuelve a comenzar el ciclo de la procrastinación.
Consecuencias de la procrastinación
Estos son algunos de los principales efectos que la procrastinación puede tener en tu vida.
- Dificultad a la hora de tomar decisiones.
- Incapacidad para solucionar distintos problemas.
- Dificultad para afrontar el estrés en distintas situaciones.
- Dificultad para organizar.
- Problemas a la hora de comunicar las necesidades propias.
- Puede generar altos niveles de angustia y estrés.
- Los estudios han descubierto que incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y una presión arterial alta.
Estas son algunas de las principales causas de la procrastinación, si te sientes familiarizado y te gustaría tener ayuda profesional, te invito a que nos dejes tus datos aquí y uno de nuestros profesionales se comunicará contigo para contarte sobre nuestro método y en cuánto tiempo podrás dejar de procrastinar las tareas que te interesa realizar.