¿Por qué procrastino tanto mis obligaciones?

Alguna vez te has propuesto realizar una tarea muy importante, en donde necesites de todo tu esfuerzo y tu concentración, y sencillamente terminaste posponiendo hasta el último momento, si crees que la pospusiste por pereza o por una mala gestión de tu tiempo, estás equivocado, esto se llama procrastinación, en este artículo te daremos distintas razones científicas que te llevan a procrastinar ciertas tareas importantes. 

¿Qué es procrastinar? 

Si la procrastinación no tiene nada que ver con la pereza y con la mala gestión de nuestro tiempo, entonces qué es procrastinar. Etimológicamente la procrastinación se deriva del verbo latino procrastinare, que significa posponer hasta mañana. Pero también significa algo más que un simple retraso voluntario. La procrastinación también está derivada de la palabra griega akrasia, que significa hacer algo en contra de nuestro buen juicio. 

La procrastinación no es un proceso consciente

La autoconciencia es una parte clave de por qué la procrastinación nos hace sentir mal. Cuando posponemos esas tareas importantes, no solo somos conscientes de que hacerlo es probablemente una mala idea. Y sin embargo lo seguimos haciendo de todos modos. 

Por la razón anterior es que la procrastinación se asocia con un acto esencialmente irracional, porque no tiene sentido que hagamos algo que tenga consecuencias negativas como en el caso de la procrastinación. 

La procrastinación es una forma de hacer frente a las emociones negativas 

La procrastinación científicamente no es un defecto humano o una conducta misteriosa que nos incapacita para administrar nuestro tiempo o que sencillamente nos genera pereza, por el contrario, es la forma como nuestro cerebro le hace frente a las emociones desafiantes y a los estados de ánimo negativos que nos inducen aquellas tareas difíciles, por ejemplo:

  • El aburrimiento.
  • Ansiedad.
  • Inseguridad.
  • Resentimiento.
  • Frustración.
  • Dudas, etc. 

Es decir que la procrastinación no es más que un problema de regulación de nuestras emociones según como lo ha indicado el Dr. Tim Pychyl, profesor de psicología y miembro del grupo de investigación sobre la procrastinación de la Universidad de Carleton en Ottawa. 

El ciclo vicioso de la procrastinación 

Cuando procrastinamos alguna de nuestras tareas sentimos un alivio momentáneo, en realidad esto es un ciclo vicioso porque posponer alguna tarea te brinda alivio ante cierta emoción negativa, este alivio no es más que una recompensa por posponer tu deber y según como lo indica el conductismo básico, cuando somos recompensados por algo, la tendencia será hacerlo de nuevo.

Es por esta razón que la procrastinación no es un comportamiento aislado, por el contrario, debe ser visto como un ciclo, que con facilidad se convertirá en un hábito malo o hábito crónico que se refuerza día a día.  

Consecuencias de la procrastinación crónica 

Con el tiempo, la procrastinación crónica no solo repercutirá en tu productividad, sino que también dejará efectos destructivos en nuestra salud mental y física, que incluye:

  • Estrés crónico.
  • Angustia psicológica.
  • Baja satisfacción personal.
  • Depresión. 
  • Ansiedad.
  • Comportamientos de salud deficientes.
  • Enfermedades crónicas.
  • Incluso enfermedades cardiovasculares o hipertensión. 

Procrastinamos nuestras tareas porque pensamos que son problemas de otras personas 

Según las investigaciones del Dr. Hershfield han demostrado que, a nivel neuronal, percibimos a nuestro “yo futuro” como un extraño y no como una parte nuestra. Esto quiere decir que, cuando posponemos las cosas, algunas partes de nuestro cerebro en realidad nos hace pensar que las tareas que posponemos, y los sentimientos negativos que nos acompañan y que nos esperan en un momento futuro, son el problema que tiene otra persona. 

¿Cómo dejar de procrastinar mis obligaciones?

Como ya lo vimos, la procrastinación, en esencia, tiene que ver con las emociones, no con qué tan productivo eres. En este orden de ideas para solucionar la procrastinación no es necesario descargar alguna aplicación para gestionar tu tiempo o para aprender estrategias de autocontrol. En realidad, para atender la procrastinación debes centrarte en atender tus emociones de una forma nueva. 

Busca una recompensa más grande que la procrastinación 

Ya sabes que nuestros cerebros siempre están buscando recompensas relativas y si tenemos el hábito de procrastinar, pero no has encontrado una mejor recompensa para atender tus emociones, tu cerebro seguirá optando por procrastinar hasta que encuentre algo mejor. En este caso la solución para la procrastinación debe ser interna y no depende de nada más que de nosotros mismos.

Perdónate para que comiences a dejar de procrastinar tus obligaciones

Una de las mejores opciones para dejar de procrastinar es con el auto perdón. Según algunas investigaciones, cuando nos perdonamos por posponer lo que debemos hacer, las próximas tareas las pospondremos menos. Esto te ayudará a permitirte superar tu comportamiento desadaptativo y que te concentres más en las próximas tareas sin que tengas la carga de tus actos pasados.  

Ten autocompasión 

Esta es otra táctica que consiste en tratarnos con amabilidad y comprensión ante nuestros errores y fracasos. Según el estudio del Dr. Sirois descubrió que los procrastinadores cuentan con mucho estrés y poca autocompasión, esto sugiere que la autocompasión brinda algo parecido a un “Amortiguador” contra las reacciones negativas a los eventos que consideramos como relevantes.

De hecho, son muchas las investigaciones que han demostrado que la autocompasión apoya la motivación y el crecimiento personal. Además, no solo disminuye la angustia psicológica, que uno de los principales culpables de la procrastinación, sino que también aumenta activamente aspectos como:

  • La motivación. 
  • Mejora nuestros sentimientos de autoestima.
  • Fomenta las emociones positivas como el optimismo, la curiosidad y la iniciativa personal.

Lo mejor de todo es que la autocompasión no necesita de factores externos, tan solo necesita de tu compromiso para enfrentar los desafíos con mayor aceptación y amabilidad en vez de dejar de hacer lo que debes y rumiar para luego arrepentirte. 

Diseña un método de trabajo diario para dejar de procrastinar

Es obvio que el trabajo interno funciona, pero también es importante hacer lo que debes o quieres hacer, por esta razón crea una estrategia de planificación diaria que te ayude a mantener tu energía y fuerza de voluntad en cada trabajo, también identifica cuales son los distractores de tu ambiente que te desenfocan y adecua tu espacio para que te sea más fácil controlar tus emociones y te sea más fácil tener progresos diarios, ser más productivo y procrastinar menos. 

Si te interesa tener ayuda profesional para dejar de procrastinar y tener mejores hábitos diarios, déjanos tus datos aquí y uno de nuestros profesionales te contactará para enseñarte las etapas de nuestro método y en cuánto tiempo tendrás el hábito que quieres.

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