Las rabietas, también conocidas como berrinches o pataletas, son una etapa normal del desarrollo infantil, especialmente entre los 1 y 4 años, cuando los niños aún no saben comunicar sus emociones con palabras. Aunque pueden ser desafiantes, estas situaciones son una oportunidad para enseñarles habilidades como la regulación emocional y la toma de decisiones. En este artículo, encontrarás estrategias prácticas para manejar las rabietas en niños de 1 a 2 años y más con calma y empatía, transformándolas en momentos de aprendizaje y fortaleciendo la conexión con tus hijos.
Contexto de la edad y por qué suceden las rabietas
Los berrinches, rabietas o pataletas forman parte del desarrollo de nuestros hijos, por lo general estos se presentan entre el primer y tercer año, pero es posible que existan niños que sean más berrinchudos en comparación con otros. Gran parte de los niños presentan pataletas antes o el desarrollo del lenguaje. Es decir que, los niños como no pueden comunicarse totalmente utilizando las palabras, se frustran, y una de las formas de expresar su frustración, por hambre o porque se sienten inconformes o descontentos es por medio de pataletas o berrinches para conseguir lo que quieren.
Otros comportamientos
En esta edad los niños desean independizarse; utilizan frases como “yo solo” o “no” y por esta razón se conoce como la primera adolescencia. En esta etapa se despierta la curiosidad en los niños por conocer su entorno y descubren que pueden realizar varias actividades por sí mismos.
Primera adolescencia o adolescencia de los bebés
Todos los niños tienen una forma distinta de desarrollarse, pero se ha identificado que la primera adolescencia o adolescencia de los bebés se presenta cuando estos cumplen dos años y finaliza al cumplir los cuatro.
En esta etapa es normal encontrar las pataletas o berrinches que son muy normales para la edad, pero si es muy importante saber manejar estos comportamientos para que, en el futuro, sean capaces de afrontar cualquier tipo de situación difícil en su diario vivir.
Cuál debería ser la posición de los padres ante las rabietas
Si tienes un hijo que se encuentra dentro de esta edad y consultas porque tu hijo presenta pataletas o rabietas de forma muy seguida y no sabes como manejarlo, lo mejor es que no te salgas de control por la rabia y castigues o lastimes; lo mejor es que actúes con calma y empatía y brindándole estrategias para que sepa controlar sus emociones, esto es algo que le va a servir más adelante.
Consejos para atender a tus hijos
Estas son las distintas situaciones que puedes prevenir con tus hijos si sigues los consejos que te mencionaré a continuación.
¿Qué puedes hacer si tu hijo golpea?
Cuando se contradicen los niños de 1 año y medio o más, suelen golpear a sus padres porque se ponen molestos. Esto es algo que sucede porque no son capaces de expresar lo que les frustra por medio de palabras o callándose por sí mismos, es entonces cuando utilizan la fuerza física como respuesta.
¿Qué puedes hacer?
Lo mejor que puedes hacer es explicarle a tu hijo el sentimiento que tiene y brindarle las mejores herramientas para que sean capaces de expresarse. Dale a entender que está enojado pero su comportamiento no es apto porque se puede lastimar o sencillamente no es bueno para él. Explícale que cuando se sienta triste, puede desahogarse con alguno de sus juguetes hablándole o pueden jugar a reto de gritos, con el fin de que entienda cuáles son sus sentimientos y los recursos que tiene para administrarlos.
También puedes enseñarle a tu hijo a rugir o aplaudir cuando necesite liberar la rabia, lo importante es validar sus sentimientos para que sea más consciente de ellos y aprenda a demostrarlos adecuadamente.
Las pataletas
Las pataletas de nuestros hijos pueden generarnos mucho estrés y más aún si estas se presentan en lugares públicos. Algo que debes tener en cuenta es que no puedes ser capaz de controlar las reacciones de nuestros hijos, pero si puedes ser capaz de controlar tus propias reacciones; mantenerse calmado y sin gritar es la mejor estrategia que puedes utilizar para que no crezca la tensión.
Lo que debes tener en cuenta frente a una pataleta
Ten presente que si tu hijo hace una pataleta no es porque quiere hacerte quedar en ridículo, por el contrario, lo hace porque no es capaz de manejar las situaciones y sus emociones. Lo importante es no castigarlo, gritarle o maltratarlo, sino ser empático validando sus emociones, guiándolo y manteniendo la calma.
¿Qué hacer para controlar las pataletas?
Puedes ayudar a tu hijo a expresar con palabras lo que siente, abrazándolo, haciéndole cosquillas, a pesar de que se rehusé, esto con seguridad puede ayudarte para cambiar el estado de ánimo de tu hijo, puedes unir estas actividades con palabras como “tranquilo aquí estoy para cuando te sientas enojado y quieras que te consienta.
¿Cómo manejar los límites?
Algo que debes tener claro es que si mantienes la calma no significa que debes ceder ante todos los deseos de tu hijo, por el contrario, ceder ante las rabietas no va a fortalecer su resistencia ni le va a enseñar a lidiar con su frustración. En otras palabras, debemos decir que no cuando veas que es necesario y aceptar que se frustre ayudándolo con los consejos que te he dicho hasta el momento.
Lo que debes tener en cuenta
Con las pataletas los niños ponen a prueba el poder que pueden llegar a tener y las opciones que tienen ante distintas situaciones, si los padres no ponen límites o les hacen entender que tienen otras opciones, su comportamiento nunca va a cambiar.
Es decir que los límites hacen falta, porque ante distintas situaciones que pueden ponerlos en peligro o normas generales del hogar que no son negociables, tu hijo va a entender que colabore o no debe hacer caso.
Otro aspecto que debes tener en cuenta es que como padres en muchas ocasiones vivimos muy ocupados y no analizamos por qué nuestros hijos quieren algo o por qué hacen pataleta, analiza y trata de limitar el no como respuesta negociando con tu hijo o busca otras actividades parecidas para que no se frustre, sea feliz, controle su emocione y lo más importante aprenda a explorar el mundo.
No malinterpretes las rabietas con manipulación o provocación
Cuando tengas un momento de tensión con tu hijo, de nada va a servir que le preguntes ¿por qué hiciste eso? O iniciar una discusión larga. Debes tener presente que son muy pequeños para entender totalmente lo que les estás diciendo.
Los niños pueden provocarte con palabras como “te odio” o intentarán golpearte. Si ves esto como una forma de manipularte, cuando realmente es un comportamiento muy típico de su edad, con seguridad reaccionarás impulsado por el enojo que esto te causará.
¿Qué debes hacer?
Lo mejor que puedes hacer, antes de entrar en una pelea, es mantener la calma, busca la forma de explicarle cómo te sientes ante distintas situaciones, la mejor lección va a ser no involucrarte en una discusión que puede ir destruyendo la relación que tienen.
Enséñale a escoger
Para que prevengas las batallas con tu hijo y evitar que controle la rutina de la familia, podrías darle varias opciones a tu hijo que está ejercitando la autonomía que tiene con su entorno, de esta forma sabrá las opciones que tiene disponibles para entretenerse sin ponerse en peligro o sin entrar en disgustos.
¿Qué puedes hacer?
Puedes enseñarle cuáles son sus juguetes y en qué lugares puede jugar, una vez termine muéstrale el lugar donde deben ir ordenados, de esta forma el niño va a saber cuáles son sus juguetes, dónde puede jugar y al terminar dónde debe ubicarlos para no generar desorden.
Refuerzos positivos
Los niños aprenden a decirle “No” a todo porque escuchan a sus padres que les dicen “no” a todo lo que quieren hacer, por esta razón es importante que utilices estrategias más eficientes que funcionen como un refuerzo positivo.
¿Qué debes hacer?
Decirle a tu hijo “no” cuando hace cosas peligrosas o que sencillamente no debe hacer no sirve de mucho porque le generará aún más curiosidad y lo hará en cuánto pueda, lo mejor que puedes hacer es explicarle de la mejor forma lo qué puede suceder y ofrecerle otras actividades como explicarle que los dibujos se hacen en la hoja, que las manos van en los juguetes en vez del computador.
Juega más con ellos para evitar las peleas
Te invito para que cambies tu mentalidad de adulto y comiences a pensar como un niño, de esta forma las actividades cotidianas se convertirán en un juego y aliviarás la tensión en las actividades aburridas.
¿Qué puedes hacer?
Si la voluntad de tu hijo no interfiere en el buen funcionamiento familiar y nadie va a salir lastimado, no busques una pelea, por el contrario, puedes enseñarle jugando como se hacen las cosas vas a ver que pronto él lo va a querer hacer solo y lo único que vas a tener que hacer es orientarlo con sugerencias.
No utilices golpes, gritos o chantajes para educarlos
Cuando eres violento con tu hijo estás haciendo que él también responda de la misma forma, que cada vez sea más desafiante y que tu cada vez seas más castigador, con seguridad crearás un círculo viciosos, esto mismo sucede cuando las agresiones son verbales.
Cuando resuelves los problemas con agresiones físicas o verbales, le estás enseñando a tu hijo a responder de la misma forma en los lugares donde interactúa, además los niños que se retraen frente a un grito o una palmada es porque sienten miedo, más no porque hayan entendido a controlar sus sentimientos, en el caso de los chantajes sucede lo mismo los niños se comportan de cierta forma por el premio que van a recibir si lo hacen, pero o lo hacen porque hayan entendido las consecuencias de tener un buen o mal comportamiento.
¿Qué debes hacer?
Lo mejor que puedes hacer es tener una conversación en donde le des a entender unas buenas razones para que el niño deje de comportarse como lo hace y modifique su comportamiento de buena forma.
Ejemplos prácticos para manejar las rabietas
En el supermercado: Si tu hijos tiene una rabieta por que quiere una golosina, en lugar de ceder o gritarlo, habla a su nivel y dile con mucha calma. “Sé que quieres esa golosina, pero no podemos llevarla hoy, puedes llevar una fruta o esperar a nuestra próxima visita.” Esto refuerza los límites y aprenden a gestionar sus emociones.
En Casa al ordenar los juguetes: Si tu hijo no quiere ordenar sus juguetes, convierte esta tarea en un juego. Dile algo como por ejemplo: “Vamos a ver quién puede guardar más juguetes en un minuto. ¡Comienza ya!” Esto reduce la resistencia y los motiva a participar en muchas tareas similares.
Cuando golpea o grita: Si tu hijo se molesta porque no puede conseguir lo que desea y golpea, puedes decirle: “Veo que estás muy enojado pero no podemos usar las manos para golpear. mejor las usamos para hacernos cosquillas o para ver quién aplaude más fuerte.” Así, lo ayudarás a canalizar sus emociones de manera adecuada.
Las rabietas son una etapa natural en el desarrollo infantil y la oportunidad para enseñarle a tus hijos cómo manejar sus emociones y superar la frustración de forma saludable. Como padres, mantener la calma, ser empáticos y establecer límites claros son las herramientas más efectivas para fortalecer su desarrollo emocional y construir una relación de confianza.
Recuerda que, aunque no podemos evitar todas las rabietas, sí podemos decidir junto a nuestros hijos cómo reaccionar ante ellas. Con calma, empatía y consistencia, cada desafío puede convertirse en una oportunidad para enseñarles a nuestros hijos lecciones valiosas que los acompañarán toda la vida. ¡Empieza hoy a aplicar estas estrategias y disfruta de un cambio de aprendizaje y crecimiento juntos!